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La técnica de la espiral es la base de la formación de los floristas, ya que se utiliza en más del 90% de los ramos. Junto con Anna Pitch, profesora en la Escuela Internacional de Floristería y Diseño NAME, hablaremos de las peculiaridades de los ramos en espiral. Y el tutorial paso a paso le mostrará cómo montar un ramo con esta técnica.
¿Qué es la técnica de la espiral?
Existen dos técnicas básicas para confeccionar ramos: la paralela y la espiral. En la técnica paralela, el florista coloca todos los tallos uno a uno. El resultado es un ramo denso.
En la técnica en espiral, las flores se juntan en un ángulo en el que sostenemos el ramo. Si miras un ramo de este tipo desde arriba, no verás que las flores se retuercen en espiral: es sólo una técnica de colocación de los tallos.
Las ventajas de un ramo en espiral
La espiral es la técnica más popular entre los floristas, ya que facilita el proceso de:
- Hacer ramos voluminosos y exuberantes. En este caso se necesitan menos flores. Cuando un cliente pide que le monten un ramo de cinco rosas, el florista, en la mayoría de los casos, lo montará en espiral. Si las rosas sólo se atan con una cinta, se juntarán muy apretadas, brote a brote, y el ramo resultante será pequeño. En cambio, si añade estas flores en espiral y, por ejemplo, un ramo de gypsophila, el ramo será tres veces más grande;
- Mover las flores en el proceso de montaje, colocándolas por encima o por debajo. Esto ayuda a lucir cada flor;
- Crear ramos de diferentes formas: planos, alargados, ovalados, redondos, en espiral;
- Hacer ramos más estables y ajustados donde las flores están conectadas para que no se deshagan al transportarlos. Y es más cómodo para los clientes sostener dichos ramos.
La técnica de la espiral prácticamente no tiene desventajas, pero sí algunas dificultades para un florista novato. Si la experiencia del florista no es suficiente, el ramo puede deshacerse o resultar desigual. Todo esto se soluciona con la práctica: después de una decena de ramos se hace cada vez más fácil montarlos en espiral, las manos empezarán a funcionar por sí solas.
Las flores más adecuadas
En la fase inicial, las flores más adecuadas son las que tienen un tallo recto de grosor medio. Los tallos demasiado gruesos serán difíciles de sujetar durante el montaje, y los demasiado finos pueden caerse y cambiar de posición. Es mejor no coger tulipanes o gladiolos, por ejemplo, al principio, que tienen un tallo grueso y un peso impresionante, por lo que a un principiante le resultará difícil sujetarlos y enroscarlos.
Otra dificultad es que un capullo de tulipán rara vez se ve recto, ya que suele doblarse. Así que el florista tiene que pensar constantemente en cómo girar la flor correctamente. Al principio, esto distrae y parece complicado. Pero una vez dominada la técnica, podrás montar un ramo en espiral con flores, incluso con tulipanes.
El número de flores puede ser diferente. Como mínimo, cinco. El número máximo depende de la experiencia del florista y de cuántas flores pueda sostener en una mano. A veces los ramos se apilan en una espiral de 150 tallos o más. Para el entrenamiento, bastan de 10 a 20 tallos.
No es necesario practicar inmediatamente con flores frescas. Para cogerle el tranquillo, puedes coger ramas normales y, en verano, flores silvestres y hierbas.
A veces los vídeos de los blogs de flores aconsejan practicar con lápices, pero es mejor no utilizarlos, ya que los lápices se resbalan y se desintegran.
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El ramo en espiral: Un tutorial paso a paso con fotos
Paso 1. Prepara las flores
Los tallos deben estar limpios de antemano: no debe haber hojas, espinas o nudos debajo de donde se atará el ramo. Las hojas interferirán en el montaje, y cuando entren en el agua, empezarán a pudrirse, haciendo que las flores se marchiten mucho antes de lo que nos gustaría.
A veces, las flores se colocan sobre la mesa, pero es mejor ponerlas en un jarrón. Un principiante necesitará más tiempo que un florista experimentado, por lo que es aconsejable no dejar las flores sin agua durante mucho tiempo.
Cuando se utilicen diferentes tipos de flores, es mejor colocarlas en distintos jarrones: las rosas en uno, las peonías y el verde en otros. Esto ayudará al florista novato a simplificar el montaje y a encontrar rápidamente la flor adecuada.
A veces, las flores se colocan sobre la mesa, pero es mejor ponerlas en un jarrón. Un principiante necesitará más tiempo que un florista experimentado, por lo que es aconsejable no dejar las flores sin agua durante mucho tiempo.
Cuando se utilicen diferentes tipos de flores, es mejor colocarlas en distintos jarrones: las rosas en uno, las peonías y el verde en otros. Esto ayudará al florista novato a simplificar el montaje y a encontrar rápidamente la flor adecuada.
Un ramo pequeño
La altura estándar del tallo es de 60 a 70 cm. Si el florista está montando un ramo pequeño, como uno de boda con una altura de 25 cm, primero hay que cortar los tallos a 35 o 40 cm como mínimo. Esto es necesario por comodidad: cuanto más largos sean los tallos, más difícil será doblarlos en espiral. Una vez terminado el ramo, el florista vuelve a recortar los tallos a la altura deseada.
Paso 2. Toma el tallo central
Si el florista es diestro, es mejor coger el primer tallo con la mano izquierda y añadir el resto de las flores con la derecha. En este caso, el ramo se gira en el sentido de las agujas del reloj. Si el florista es zurdo, se hace lo contrario. Lo más importante es que las flores se apilen en la misma dirección.
A continuación mostraremos el ejemplo de un florista diestro.
Sujeta el tallo entre los dedos índice, corazón y pulgar a la altura del montaje donde será fijado el ramo. Cuanto más bajo sea el nivel de montaje, más voluminoso será el ramo.
La distancia desde el fondo depende de la altura y la forma del ramo: normalmente es una cuarta o una quinta parte de la altura. Por ejemplo, para un ramo clásico de 50 cm, la distancia óptima desde el fondo sería de 10 a 15 cm.
Paso 3. Empieza a montar la espiral alrededor del tallo central
Coge el segundo tallo y ponlo sobre el primero en un ángulo de unos 45 grados. Como resultado, la parte superior del segundo tallo irá a la izquierda del centro, y la parte inferior irá a la derecha.
Gira ligeramente los tallos en dirección contraria a ti y coloca el tercer tallo en el mismo ángulo. Haz lo mismo con los siguientes. Lo principal es seguir en la misma dirección. Si sólo giras la flor en la otra dirección, se romperá toda la espiral.
Apriete el manojo: no demasiado fuerte, ya que de lo contrario será difícil girar los tallos, pero tampoco demasiado débil, o los tallos empezarán a caerse. Con cada tallo, el manojo se desplazará suavemente hasta la base entre el pulgar y el índice.
El orden de añadir otros tipos de flores y vegetación
Al principio, se utiliza una distribución uniforme: se añaden unos cuantos tallos de un tipo de flor y luego de otro. Por ejemplo, tenemos 15 margaritas, 10 campanillas y 5 ramas de vegetación. Primero cogemos 3 margaritas, luego añadimos 2 campanillas y una rama de verde. Luego, repite la operación.
Paso 4. Ata el ramo
Una vez que hayas añadido todas las flores, ata los tallos en el lugar donde los tenías. Si los atas más alto, el volumen se reducirá mucho.
Por lo general, los tallos se atan primero con cordel y luego, como se desee, se puede añadir una cinta en la parte superior o dejarla tal cual. Si utilizas cinta de raso para envolver sin el cordel, los tallos no quedarán tan sujetos y el ramo puede deshacerse.
Paso 5. Recorta los tallos
Recorta los tallos con unas tijeras para que tengan la misma longitud.
Normalmente se recomienda hacerlo en un ángulo de 45 grados, pero esto es bastante difícil de hacer cuando se sostiene el ramo con una mano. Por lo tanto, para los principiantes es mejor recortar los tallos en un ángulo de 90 grados.